El dormitorio es el refugio personal por excelencia, ese lugar en el que la comodidad y el diseño encuentran su punto de equilibrio. La cama ocupa un papel protagonista y su funda de plumón se convierte en la pieza clave para realzar el ambiente. Los diseños en tonos neutros aportan serenidad y sofisticación, ideales para habitaciones de líneas limpias y minimalistas. Por otro lado, los estampados de rayas o cuadros y los detalles de ribetes en contraste añaden carácter y elegancia sin romper la armonía del conjunto. Para un aire más nórdico y luminoso, las fundas de plumón en colores claros, o con un toque sutil de azul o amarillo, realzan la sensación de frescura. En espacios con un espíritu más romántico o campestre, los tonos pastel y los detalles bordados contribuyen a crear un ambiente acogedor y lleno de encanto. En la elección de los materiales, las fundas de plumón elaboradas en lino, waffle o algodón (ya sea percal, raso, jersey o franela) ofrecen distintas texturas y acabados para cada necesidad. El algodón percal de 300 hilos, por ejemplo, aporta suavidad y resistencia, ganando confort con cada lavado. El satén, con su delicado brillo y suavidad, añade un plus de elegancia al dormitorio. La variedad de tamaños —king size, queen size, individual, matrimonial y super king— facilita encontrar la opción que mejor se adapta a cada cama. Cuidar cada detalle y elegir la funda de plumón adecuada es lo que transforma la habitación en un lugar donde el descanso y la belleza se encuentran, creando un refugio que invita a desconectar y recargar energías.