Recoge las flores de saúco necesarias para esta receta. Idealmente, deben recolectarse por la mañana, antes de que las levaduras desaparezcan con el calor y el viento, y nunca después de llover. Separa las florecitas de los tallos, ya que solo nos interesa la flor blanca del saúco. Prepara un almíbar disolviendo el azúcar en una parte del agua (aproximadamente 1 litro), calentando ligeramente la mezcla hasta que el azúcar se disuelva por completo. Deja que se enfríe antes de continuar con la receta.
ELABORACIÓN
2/
Coloca el almíbar enfriado, el resto del agua, el zumo de limón y las flores en una damajuana. Agita bien para que las flores se impregnen, y deja reposar durante 5 días al sol. Pasado este tiempo, filtra la mezcla y embotéllala en botellas con cierre hermético, que podrás conservar durante bastante tiempo. Es importante que las botellas queden bien cerradas, ya que la maceración producirá gas carbónico, al igual que ocurre con el cava, y no queremos que las botellas se abran ni que se pierdan estas sutiles burbujas.